Un clásico de la edad de oro del cine, otrora protagonizado por Bette Davis, inspirado lejanamente en Los monstruos sagrados de Jean Cocteau, donde se enfrentan dos generaciones del teatro. Una vieja actriz, el hombre de su vida, una joven aspirante que se interpone en la historia, un conflicto que se sale de las tablas para salpicar la vida. En esta versión dirigida por Lily James, el teatro dentro del cine se convierte en una experiencia de tras-escena, de teatro dentro del teatro, donde se confirma que el mundo sigue siendo una metáfora de un escenario.